Nos encontramos con un relato y un sumario (éste no es de lectura obligada en la misa). Ambos protagonizados por mujeres, lo que resulta llamativo en aquella sociedad.
No sabemos quién es la anónima mujer "pecadora" del relato (no hay dato alguno para suponer que sea María Magdalena, la cual sí es nombrada en el sumario). También desconocemos su pecado (no necesariamente ha de ser prostituta, como se suele dar por sentado).
Las acciones que la mujer realiza con Jesús (soltarse el pelo, ungir y besar sus pies) sí pueden dar lugar a equívocas interpretaciones por parte de los comensales.
El relato presenta dos modos de ver un mismo hecho y de considerar a una persona: el del fariseo y el de Jesús. Simón ve a una pecadora y Jesús a una mujer agradecida a Dios. Se lo explica con una parábola de la que el mismo fariseo saca la conclusión: ama más a quien más se le perdona.
Resultan difíciles de leer los versículos posteriores, sobre todo el 47 que la liturgia traduce así: "Sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor". Si se entiende que se perdona a la mujer a causa del amor que ha mostrado antes, entonces se contradice con la parábola. Pero se puede entender: Porque está mostrando mucho amor podemos decir que ha sido perdonada en mucho.
En este caso, persiste la dificultad a continuación, pues Jesús le dice que sus pecados están perdonados. ¿Es una constatación de que ha sido perdonada por Dios? Los convidados interpretarn que Jesús la está perdonando, y lo hace después de mostrar su amor.
Lo importante es que ven que Jesús se arroga la capacidad de perdonar, algo que sólo puede hacer Dios -mostrándose así como Dios-, y por ello se preguntan: ¿Quién es éste?