Eso parece.
Los discípulos de Jesús creen en los "fantasmas".
Al menos eso da a entender Marcos:
"Ellos viéndole caminar sobre el mar, creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar" (Mc 6,49).
Confunden a Jesús con un fantasma, y tan convencidos están de hallarse ante un fantasma que empiezan a gritar. Creen que los fantasmas existen y que se hallan ante uno de ellos.
Mateo da a entender lo mismo en su paralelo de Mt 14, 26: "Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y decían: «Es un fantasma», y de miedo se pusieron a gritar"
La palabra griega que usan los evangelistas es justamente "fantasma". En el NT sólo aparece en estos dos pasajes paralelos.