"Dejó Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis"
Es un extraño recorrdio para ir de la región de Tiro a la orilla del lago donde vivía, que está al sureste. Jesús rodea todo el lago por la otra orilla. Todo el territorio que recorre no comparte la fe judía, es "pagano".
"Y le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos"
Un sordo no puede haber oído hablar de Jesús, en una época en que los textos escritos eran muy escasos. Siendo además tartamudo, era una persona que vivía bastante incomunicada.
Él no va a aquel a quien no conoce; le llevan. El no pide dada su dificultad para hablar y dao que no sabrá para qué le presentan a ese hombre, interceden por él.
"Él, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua"
Los ritos que realiza son más propios de esas tierras que del pueblo judío.
"Y, mirando al cielo, suspiró y le dijo: "Effetá", esto es "Ábrete"."
Habla en arameo. La única referencia religiosa del texto es ésta: "mirando al cielo", que es lo mismo que "dirigiéndose a Dios".
"Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad."
El texto entiende que tenía los oídos cerrados. De ahí la orden de Jesús: "ábrete"; y de ahí que el narrador diga: "se le abrieron los oídos". Eso podría explicar porqué Jesús metió, empujó los dedos en sus oídos, para abrirlos.
Los oídos cerrados, la sordera, hace referencia, en la tradición bíblica, a la falta de escucha a Dios. Jesús le abre sus oídos a la Palabra.
Los ritos catecumenales, también en los del bautismo de niños, incluyen el "effetá", para abrir al catecúmenos sus oídos a la Palabra de Dios.
El texto entiende que la persona no hablaba bien porque tenía un nudo, una traba en la lengua. Con la saliva, Jesús desata la lengua. Al entender que esta persona estaba encerrada y atada, se hace referencia a una posesión por los espíritus inmundos.
"Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos."
Es habitual que Jesús en Marcos mande que no se publicite lo que ha hecho.
"Y en el colmo del asombro decían: "Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos.""
Marcos hace referencia a un texto del profeta Isaías, que habla de la liberación (Isaías 35, 4-6: "...he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará. Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo..."). Así presenta a Jesús como el Mesías anunciado y esperado.