miércoles, 11 de noviembre de 2009

B 33º domingo de tiempo ordinario Marcos 13, 24-32

Las señales en el cielo indican que se va a producir un cambio muy importante. Para los creyentes es señal de que Dios está cerca, así como las ramas tiernas con brotes de la higuera es señal de que el verano está cerca. Aunque Jesús no sabe cuándo va a pasar -sólo lo sabe el Padre-, afirma que será en su generación.

Emplea una imagen del profeta Daniel: un Humano (o, lo que es lo mismo, un "Hijo del hombre") vendrá como Dios, de la misma forma en que Dios descendía sobre el Sinaí: entre nubes. Jesús ya se ha referido antes a sí mismo como ese "Hijo de lo humano". Entonces reunirá a sus seguidores de los 4 puntos cardinales o vientos, del horizonte del cielo al de la tierra.

Es un anuncio de victoria para los cristianos que se han dispersado por todas partes a causa de la persecución de los poderes imperiales, -la estrellas que caen- adoradores de los dioses del sol y la luna, que se apagarán.