Los Domingos 2º y 3º de Adviento se reparten la perícopa que presenta la figura de Juan (el Bautista).
Hoy es cortada tras la cita de Isaías 40, 3-5 que Lucas aplica a Juan: él es esa voz que prepara el camino a la venida de Jesús, quien empezará su vida pública en la perícopa inmediatamente posterior. Así también se deja claro que Juan no es el Mesías.
Juan es presentado como profeta, pues casi todos los libros proféticos comienzan como esta perícopa, situando al profeta en el contexto histórico y geográfico. El año 15 de Tiberio es en torno al 28 de nuestra era.
La Palabra de Dios no es dirigida a ninguno de los poderosos del imperio, ni tampoco a los influyentes sacerdotes, sino a una figura marginal que bautiza fuera del Templo, por el Jordán. Lucas deja claro que su bautismo es sólo de conversión y no confiere el Espíritu Santo.