Es un trozo de un largo discurso de Jesús que termina para dirigirse al huerto de los Olivos (capítulo 18)
El contexto es la última cena, donde ha hecho el gesto de lavar los pies a sus discípulos (capítulo 13).
Está usan la comparación de la vid y los sarmiento. Esta perícopa es la continuación de la leída el domingo pasado: B Pascua 5º - Juan 15 ·1-8 Vid y sarmientos. Sigue hablando, como entonces, de "permanecer" como el sarmiento en la vida, para dar "fruto".
Además, introduce el tema del amor, en específico, por el amor de amistad. Jesús ama a sus discípulos como el Padre le ama a él. Es un amor que da la vida por sus amigos, siendo sus amigo sus discípulos, pues así los ha hecho al compartirles la revelación. Esa revelación colma de alegría a los discípulos, con la alegría de Jesús.
Jesús espera que sus discípulos quieran permanecer en él, que sean sus amigos, lo que se muestra en el cumplimiento de lo mandado por Él. Lo que Jesús manda a sus discípulos es que vivan su amor entre ellos. Vivir el amor mutuo parece ser el fruto propio del sarmiento unido a la vid.