lunes, 10 de febrero de 2025

C 7º Lc 6, 27-38 Misericordiosos como el Padre

Después de proclamar la bienaventuranzas y malaventuranzas el domingo pasado, Jesús continúa su "sermón del llano" este domingo. Hoy enseña cómo relacionarse con el enemigo y cómo con el prójimo.

 En primer lugar, manda amar a los enemigos, basándose en la autoridad que tiene: "Yo os digo...". Resume su enseñanza en una frase que es llamada "la regla de oro": "Tratad a los demás como queréis que ellos os traten". Limitarse a tratar a los demás como ellos nos tratan (en vez de "cómo quieres ser tratado") es comportarse como todo el mundo (a los que Jesús denomina "pecadores"). En este sentido, Jesús usa por tres veces la frase "Si amas/haces el bien/prestas a los que os aman/os hacen bien/os pagan ¿qué mérito tenéis? También los pecadores lo hacen...", invitando a no tratar a los demás como ellos nos tratan, que es lo que hace todo el mundo, que no tiene mérito ninguno. Por contra, Jesús repite el mandato de amar a los enemigos, fundamentándolo ahora en el actuar del Padre, que "es bueno con los malvados y desagradecidos". De ahí que inste a "sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso".

 Después de enseñar el amor a los enemigos, empieza a enseñar cómo tratar a los demás (vv. 37-38), que se desarrollará el próximo domingo. Jesús manda no juzgar al prójimo, ni condenar, sino perdonar y dar, advirtiendo que "con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros", haciendo alusión al juicio final.