Pasaje impropio de Juan, introducido forzadamente en este evangelio. Su temática conecta más con Lucas; tiene reminiscencias de su escena 7,38 ss.
El drama se centra en Jesús, a quien los escribas y fariseos le tienden una trampa cuando estaba enseñando -sentado como un Maestro- en el Templo. El ardid es una mujer detenida en "flagrante adulterio" (siendo así ¿por qué no ha sido detenido también el adúltero?).
En Lv 20,10 y Dt 22, 24 está castigado con la lapidación -a ambos, no sólo a la mujer-, práctica entonces en desuso.
Jesús no puede contradecir la Ley de Dios, pero tampoco hacer que apedreen a la mujer. Todos a los que enseñaba están también pendientes de su situación sin salida.
No se puede determinar qué incidencia tiene lo que hacía con el dedo en el suelo ¿una sentencia al modo de ciertos tribunales romanos?